Así creamos un personaje que nos hace sentir diferente, maquillamos la realidad y los sentimientos, creamos sensaciones equívocas para poder adaptarnos a este mundo cada vez más complejo y disparatado.
Hacemos ver que todo va bien, nos obligamos a seguir adelante y hasta por un breve espacio de tiempo llegamos a creer que sí, que sí estamos bien, que nada va a desviarnos de lo que deseamos.... Pero la vida es muy sabia y el universo siempre tiene un plan para nosotros, así que llega el momento que este personaje que hemos construido junto a una zona de confort comienza a desmontarse, fracturando así las bases en las que se sostenía ese personaje con el que nos mostrábamos ante los demás.
Es cuando nos apartamos de quienes nos rodean para enfadarnos con nosotros mismos, lloramos y sentimos tan vacíos que nada ni nadie podrá venir a llenar, consolar y sanar nuestras heridas internas, sí, todo parece un horrible caos y mientras eso ocurre nos vamos dejando atrapar por un espiral que nos consume y aleja de la realidad, todo parece ir de mala manera, hasta que en medio de ese proceso entendemos que lo único que necesitamos es hacer las paces, recuperar la fe y la confianza en nosotros mismos, volver amarnos, valorarnos, respetarnos y al hacerlo comenzamos a trabajar en un hermoso proyecto, el de reconstruir, reforzar y crear las bases que desde el interior necesitamos para salir adelante llenos de optimismo y con unas ganas inmensas de dar o proyectar lo mejor de nosotros, allí entendemos que si no estamos bien no podremos estar bien con los demás, es cuando aceptamos que necesitamos reconocer, enfrentar, afrontar, asumir, corregir y así, sólo así poder avanzar, dejando atrás todo lo que nos hizo daño o apartó del camino correcto, ese con el que nos sentimos a gusto con nosotros y con la vida, puede que en este largo y amargo proceso nos desprendamos o dejemos atrás muchas cosas, pero todo pasa por algo y seguro que en el camino iremos encontrando un sinfín de oportunidades y posibilidades para alcanzar nuestros objetivos, todo cambia, todo fluctúa, tiene un principio o un final, lo único que es y debe ser para siempre es el amor propio, pues con el somos y seremos capaces de lograr todo cuanto soñamos y merecemos... Vamos a perdonarnos por no ponernos en nuestro sitio, por no defendernos, valorarnos, respetarnos y amarnos como merecemos, luego reconozcamos lo bueno y menos bueno que tenemos, para poder ser capaces de corregir errores y potenciar virtudes, así haremos que nuestras cualidades resalten y atraigan las herramientas necesarias para seguir trabajando en nosotros, siendo fuertes, valientes y capaces de enfrentarnos a todo y a todos los que pretendan alejarnos de la felicidad con la que soñamos, merecemos y vamos a tener.
Empieza ya... Cree en ti y trabaja duro hasta conseguirlo, luego comparte tus triunfos con aquellos que realmente te quieren y lo merecen.
Will "armonizate y vive"