lunes, 8 de junio de 2015

Decir NO, sin sentirse culpable


       Muchas veces llevamos una vida condicionada por las responsabilidades propias o ajenas, en este sentido nos colocamos en una línea en la que la prioridad es agradar o satisfacer las necesidades de los demás, de aquí parten muchos de los puntos que hacen que nuestra vida se vea mermada y en una gran parte guiada por la decepción, sin darnos cuenta vamos creando un circulo en el que vamos dejando que sean otro los que escriban o dirijan nuestra destino.

      No olvidemos que somos nosotros los que creamos y aceptamos desde allí hacemos o construimos nuestro día a día. Hay momentos en nuestra vida que debemos hacer una reflexión interna, para darnos cuenta que en muchas ocasiones nos acostumbramos a decir que si aunque eso nos genere problemas, molestias y robe parte de nuestro tiempo, no olvidemos que los favores continuados se convierten en obligación.

      Existen dos dichos o refranes de la cultura popular que dicen < No des el pescado cada día más  bien enseña a pescar> 

<Di siempre que sí y el día que digas que no, ese día olvidaran todas las veces que dijiste si para recordar simplemente la ves que dijiste no > Todo esto solo nos lleva a buscar una línea de equilibrio.



    Debemos ir soltando esas dependencias sin sentirnos culpable, entendamos que son muchas las personas que se van creando una línea o vinculo de absorción, esperando que sea nuestro trabajo el que le vaya solucionando su día a día, puede que nos pidan ayuda, observemos la situación y valoremos si están dispuesto a trabajar en eso que les perturba y si en realidad quieren formar parte de ese trabajo que deben realizar para resolver una situación. Muchas veces cuando algunas personas acuden a mí para que les ayude ante un problema o les aclare alguna duda lo primero que hago es escucharles prestando atención a todo lo que se me está planteando pero también presto atención al lenguaje corporal y sensitivo, una vez valoro la situación les pregunto ya sé que está pasando, sabemos el origen, ahora te pregunto sabes a dónde quiere llegar, Y que estás dispuesto hacer para cambiar o solucionar esto? Según la respuesta obtenida sabré si hay ganas de trabajar en ese cambio,  si solamente quiere desahogarse contándome su problema, o si solo espera que sea yo quien le diga que hacer y prácticamente hacerle el trabajo…


SE EL PROTAGONISTA DE TU HISTORIA, RECUERDA QUE ERES TU QUIEN LA ESCRIBE!

Seamos consiente de que vivimos en un entorno en el que debemos aprender a relacionarnos, vivir en armonía y equilibrio, pero no debemos confundir la lealtad con la sumisión, aprendamos que todos somos diferentes pero con el mismo derecho a ser felices, trabajemos desde nuestro interior, no olvidemos que nuestra vida no es más que parte del reflejo de nuestros pensamientos y que una mente positiva hará una vida positiva.

Todos tenemos buenos y malos momentos pero no podemos hacer que un mal momento nos haga un mal día, debemos ser optimistas, creer en nuestras posibilidades y no caer en la fantasía para no tener que enfrentarnos a las decepciones propias o externas, debemos concentrarnos en lo que somos capaces de hacer y dejar de preocuparnos por lo que va a suceder, vivamos nuestra vida y mantengámonos al margen de algunas situaciones  en las que nos podamos ver arrastrados hacia un abismo de negatividad.

Seamos optimistas, creamos en nosotros mismos, colaboremos con el entorno, cuidemos y valoremos lo que las personas pueden hacer por nosotros, soltemos de nuestra vida aquello que nos desgasta, nos produce malestar. Luchemos contra el miedo y comencemos a repartir o delegar en los demás el trabajo de cada quien, vaciemos nuestras cargas emocionales, y veremos cómo poco a poco la culpabilidad,  la angustia por agradar a los demás ya nos afectara de manera negativa.


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