Cuando despertamos nuestra conciencia sentimos una voz interior que nos impulsa a buscar esas respuestas a tantas preguntas formuladas a lo largo de nuestra vida, queremos encontrar la manera de entender porque nos sentimos extraños o diferentes, que pasa en nuestro interior que nos guía a buscar otros caminos, limpiamos nuestro entorno y sobre todo analizamos todo lo que nos llega en forma de mensaje, esta información puede venir por parte de terceras personas, una imagen, canción o sensación, cuando es así entonces comenzamos un viaje a nuestro yo interior.
Cada uno de nosotros tiene un yo interior (el yo trascendental) y un yo exterior (el yo empírico). El yo exterior puede ser visto conocido, experimentado y objetivado. El yo interior es el que ve, conoce, experimenta, objetiva, pero no puede ser visto, ni conocido, ni sentido; pero él lo ve todo, lo siente todo, lo conoce todo.
El yo interior es como “el testigo” de todo lo que ocurre. Es sujeto y no puede ser objetivado. Nuestro yo interior es “misterioso”. En la medida que uno va entrando en su <<yo interior>> se va desprendiendo de conceptos, sensaciones, objetos. Allí se va encontrando la libertad, la independencia. En el yo interior se encuentra la libertad sin límites.
El yo interior vive en un ahora eterno, atemporal. El conocedor desconocido es consciente del tiempo, pero él es atemporal. Conoce el pasado, presiente el futuro: pero lo único que le acontece es el presente. Vive en un presente inacabable. “Si tomamos la eternidad como algo que significa no una duración temporal infinita sino la ausencia de tiempo, la vida eterna pertenece a los que viven en el presente”. Por eso, cuanto más cera está uno del verdadero yo, más vive en la eternidad, en el presente atemporal.
Cuanto más cerca está uno del propio yo interior más cerca está de la divinidad suprema . Ésta es una afirmación común en todos los místicos.
Nuestro yo interior es espíritu. El yo interior constituye un gran misterio, o un vacío y una inconsciencia puros: no puede conocerse ni objetivarse nunca. Es como los ojos que no pueden verse a sí mismos. El yo interior es divino, o se encuentra en perfecta unión con el espíritu infinito que radica en una identidad suprema. El yo trascendental no es algo independiente y separado del espíritu. El espíritu es el verdadero yo de todos los seres. Cuando nos identificamos sólo con el yo exterior, renunciamos a la dimensión más rica de nuestro ser. Cuando nos identificamos con nuestro yo interior, nos abrimos a la plenitud Quien vive en su yo trascendental se une a todo formando parte el universo, uniéndose en una conexión magica con toda la humanidad o creación divina.
Necesitamos conocer el camino que nos lleva desde nuestro ego exterior al ego interior. Necesitamos unas algunas pautas que nos guíen en el camino, nos orienten en cualquier punto de despiste. Hay personas místicas que nos ofrecen sus guías, compuestas desde su propia experiencia.
LA CONEXIÓN CON EL YO SUPERIOR
El Yo Superior es el aspecto de tu espíritu consciente individual que trasciende tu cuerpo desde la cuarta hasta la novena dimensión. Tu Yo Superior tiene función, forma y nivel de conciencia diferentes en cada dimensión. Lo que llamas Yo Superior es la parte de ti que vive en la quinta y sexta dimensiones y todavía mantiene forma humanoide aunque no sea ya física.
El Yo Superior está disponible para una conexión consciente siempre que lo desees y estés preparado, pero no interferirá con tu libre albedrío para hacerse notar ni para influenciar tu vida. Para poder conectarte directamente con tu Yo Superior debes desear evolucionar espiritualmente y saber que eres un alma y espíritu valioso más allá de tu cuerpo.
De no hacer el trabajo de manera correcta y consciente nuestro cuerpo se identifica con el ego y la personalidad como si aquél fuera todo el yo.
Si acabas de empezar a despertar tu conciencia energética veras que espiritualmente se crea un mecanismo extraño en el que podrías llegar a sentir que lo divino se aleja de ti.
Trabaja la meditación, los sueños o las revelaciones, puedes ir dándote una respuesta de que ya estas conectando con esa divinidad que existe en tu cuerpo.
Al llegar a ese punto se convierte en algo natural pedir ayuda a los guías, Maestros Ascendidos, ángeles y tu propio Yo Superior para desvelar lo divino, el verdadero yo interior. Con su ayuda sale a la superficie karmas, creencias, juicios, emociones y cualquier otra cosa que esté bloqueando el camino de acceso a tu divinidad y puedes empezar con el despejamiento y la sanación como aspectos del despertar espiritual.
Cuando te das cuenta de que lo único que bloquea tu acceso a la conciencia de la divinidad suprema es lo que tu yo humano de la personalidad <EGO> ha creado, estás preparado para asumir la responsabilidad de crear tu realidad de una manera más consciente y armónica. Estar conectado con el Yo Superior de tu cuerpo es la forma más directa para crear un vinculo de referencia con el que puedas acceder al amor, integridad espiritual y conexión con la divinidad suprema también llamado Dios/Diosa/ así como de acelerar la liberación de energías limitadas y bloqueos.
Cuando hayas experimentado la conexión con tu Yo Superior y sientas ese ser de Luz con el que sólo puedes conectar fuera de tu cuerpo, sentirás como te liberas de algunos aspectos de tu vida como el apego a lo material , el miedo, la ira, dolor. Pero cuidado con querer estar solo en un estado en el que solo queramos estar elevados a lo no físico, es correcto y sano poder experimentar estados superiores de conciencia y comprensión así logramos expandirnos, pero si solo actuamos desde una conexión energética olvidándonos el trabajo físico psicológico nuestra parte humana esta hueca , vacía convirtiéndonos exclusivamente un «yo inferior» y en consecuencia nuestra vida no habrá superado ni alcanzado ninguna de las metas que nos habíamos fijado obteniendo solo un gran bloqueo en lo que lo único que conseguiremos sea todo lo contrario por lo que habíamos decidido trabajar en este despertar de conciencia. Nuestro progreso y alegrías llegaran de una dosificasion de nuestro trabajo y el buen hacer del mismo, seamos seres espirituales, pero con una conciencia humana y adaptada al entorno, recuerda que tu yo humano es sólo lo que haces de él o lo que crees que es.
Es importante contar con padres cariñosos y amigos que te animen a pensar por ti mismo, ello te ayudara a creer que tu eres una parte importante del universo y de lo que llamamos divinidad suprema/ Dios/Diosa/ tu espíritu se hará sagrado viviendo en un cuerpo perfecto,te partaras del camino del yo inferior.
Te identificaras con la conciencia que trabajaste con tanto esfuerzo dándole a tu cuerpo aquello que se merece, estarás dentro de la sociedad pero no te veras arrastrado por ella. Mantendrás la conciencia abierta para reconocer tu yo divino sin perder tu identidad , iras siendo capaz de trabajar en la anulación de los contratos karmicos que arrastras desde el nacimiento al momento presente.
No olvides que tu «yo inferior» sólo vive por supervivencia y para evitar el dolor en todo lo posible, y subconscientemente siente una profunda vergüenza por el hecho de ser humano y por ello una forma «inferior» de conciencia. Las religiones dogmáticas han complicado más las cosas programando a las personas para creerse criaturas pecadoras e inferiores que necesitan la salvación, pero que no son capaces de nada sin la autoridad de la iglesia. En muchos casos, estas enseñanzas religiosas se unen a las normas sociales para convencerte de que eres tu cuerpo y nada más, mientras ellos trabajan en mantenernos dormidos y sin ánimos de lucha para buscar otra respuesta, nuestra alma y conciencia se arraigan al miedo y a la vergüenza como parte de este adoctrinamiento religioso, social y planetario. Incluyendo los miedos, hacen que al sentir vergüenza por la necesidad de comer para vivir, vergüenza por los olores del cuerpo, vergüenza por merecer poco, vergüenza por odiarse a uno mismo y así un sin fin de prejuicios y miedos.
Ejemplos de tales creencias son:
Algo debe de funcionar mal en mí porque no siento el amor de Dios. La necesidad de comida y refugio es vergonzosa porque se los arrebato al planeta, a mis padres, a otros países, etcétera. Mi amor no es lo bastante bueno porque no hace felices a los demás. Querer sexo o tener apetencias sexuales no es espiritual. Tener miedo a estar solo significa que estoy necesitado y soy indigno. El haber nacido causó dolor a mi madre y por ello fue malo y vergonzoso para mí. Como no tengo lo que quiero, será que no lo merezco. Tener cuerpo es la prueba de que soy «menos» y un ser «caído». Por ser del sexo que soy, soy una decepción para mis padres y no lo podré compensar de ninguna manera.
Éstos son sólo algunos ejemplos ojala sean bastante para ayudarles a identificar y despejar vuestros propios problemas de <<vergüenza>>
A medida de que trabajes tu Yo Superior irá cambiando, ello es debido al hecho de que te conectas cada vez con el aspecto del Yo Superior inmediatamente superior al que ya has asimilado en la conciencia y en el cuerpo. Finalmente, experimentarás tu Yo Superior como una bola de luz, una estrella, una espiral de luz u otra forma esencial que ya no tendrá apariencia humana. Ello indicará que estás alcanzando zonas dimensionales superiores de ti mismo.
Es sumamente recomendable incorporar las siguientes técnicas en nuestro trabajo o práctica espiritual diaria o al menos regularmente para acelerar y acceder nuestra esencia espiritual.
Es sumamente recomendable incorporar las siguientes técnicas en nuestro trabajo o práctica espiritual diaria o al menos regularmente para acelerar y acceder nuestra esencia espiritual.
Encuentro y fusión con el Yo Superior
Como ya mencioné anteriormente, aunque el Yo Superior no posee en última instancia forma humana, cuenta con aspectos en la quinta y sexta dimensiones que parecen cuerpos humanos de luz. Primero, establecerás contacto con la parte de tu Yo Superior cuyas vibración y dimensión están más cerca de tu cuerpo.
imagina o visualiza al Yo Superior uniéndose a ti al conectar las palmas de sus manos con las tuyas. Luego se conectan los chakras al conectarse la parte anterior del cuerpo de tu Yo Superior con la parte posterior del tuyo. En el primer estadio, mientras las palmas de las manos se tocan, se establece un flujo de energía desde el Yo Superior hacia tu cuerpo a través de las manos.
Mientras te llenas de energía se te pedirá que preguntes a tu Yo Superior si tiene un nombre por el que llamarlo o llamarla. El Yo Superior puede decidir por alguna razón no darte su nombre. Eso puede pasar si el Yo Superior cree que un nombre limitaría de alguna manera tu percepción; por ello si no te diera un nombre también está bien, así que no nos ofusquemos por ello, puede que te lo dé en otro momento o tal vez no, pero lo que realmente importa es que el trabajo que realizamos en alcanzar la conexión con nuestra alma y así con nuestro ser o guía superior hará de nosotros seres mas libres y con una conciencia elevada que nos ayudara alcanzar nuestros objetivos ya que seremos capaces de entender el comportamiento propio o ajeno.
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