31 de
octubre Halloween
1 de
Noviembre Día de todos los santos
2 de
Noviembre día de los muertos
Lo que hoy
conocemos como la Noche de Brujas o Halloween se celebraba hacen más de 3000
años por los Celtas, un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda,
Inglaterra, Escocia y Francia. Precisamente el 31 de octubre, los Celtas
celebraban el fin de año con el Samhain, una fiesta pagana. Con la inmigración
europea a los Estados Unidos, principalmente la de los irlandeses católicos en
1846, llegó la tradición de Halloween al continente americano. Cuando se habla
de Halloween o Día de las Brujas se piensa en disfraces, maquillaje, fiesta,
dulces y niños; pero la tradición indica que su celebración no siempre fue
festiva y alegre, y que los ritos que se practicaban durante la noche tenían un
carácter purificador y religioso.
El 31 de
octubre es una fecha asociada con los muertos, las almas en pena, las brujas y
los hechizos. Estas características se deben a su cercanía con el día de los
difuntos, que originó la iglesia católica y que se conmemora el 1 de
noviembre. Como en otros festivales de
año nuevo, en esta fecha los muertos volvían a estar entre los vivos. Los
celtas hacían sacrificios humanos y de animales, en honor al dios Samhaím,
señor de la muerte.
Este día
marcó la finalización del verano y la cosecha, y el comienzo del oscuro y frío
invierno, momento del año que a menudo se asoció con la muerte humana. Los
celtas creían que la frontera entre los mundos de los vivos y de los muertos se
volvía incierta en la noche antes del Año Nuevo. La noche del 31 de octubre
celebraban Samhain, fecha en la cual se creía que los espíritus de los muertos
regresaban a la tierra. Para ahuyentar a estos malos espíritus, los celtas se
vestían con cabezas y pieles de animales mientras que los sacerdotes de druida
realizHacia el siglo VIII, la Iglesia Cristiana convirtió el día 1 de noviembre
en el día de Todos los Santos para rendir homenaje a todos los santos que no
tuvieran un día particular de celebración. A lo largo de los años, estos
festivales se combinaron, y la mayoría llamó "All hallowmas" (la masa
de todos los santos, de las personas santas) al Día de Todos los Santos. La
noche anterior se conoció como "All Hallows Eve" (Víspera del Día de
Todos los Santos). Con el tiempo, su nombre se convirtió en Halloween.
Las
brujas, reinas del Aquelarre
En la Edad
Media comienza la persecución de todos los ritos paganos, (todo lo que no es cristiano) y es perseguido por su presunta vinculación
con el maligno. Sin embargo, es con la Contrarreforma y con los distintos
cismas protestantes cuando la persecución de la brujería se incrementa
notablemente. Fue con la bula papal Summis desiderantis affectibus, del Papa
Inocencio VIII el 5 de diciembre del año de 1484, con la que se legitimó la
persecución de brujas, tortura y ejecución, generalmente ardiendo en la
hoguera, empezando así La Inquisición a perseguir la hechicería. La figura
histórica más famosa que fue condenada a arder en la hoguera bajo la acusación
de bruja fue Juana de Arco.
Daban
sacrificios con fuego para celebrar el día de un modo más cristiano.
LA
HISTORIA Y ORIGEN DE HALLOWEEN
Lo que hoy
conocemos como la Noche de Brujas o Halloween se celebraba hacen más de 3000
años por los Celtas, un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda,
Inglaterra, Escocia y Francia. Precisamente el 31 de octubre, los Celtas
celebraban el fin de año con el Samhain, una fiesta pagana. Con la inmigración
europea a los Estados Unidos, principalmente la de los irlandeses católicos en
1846, llegó la tradición de Halloween al continente americano. Cuando se habla
de Halloween o Día de las Brujas se piensa en disfraces, maquillaje, fiesta,
dulces y niños; pero la tradición indica que su celebración no siempre fue
festiva y alegre, y que los ritos que se practicaban durante la noche tenían un
carácter purificador y religioso.
¿Quiénes
eran los celtas?
Procedían
originariamente de Asia y formaron el tronco, como miembro del pueblo
indogermánico, que se estableció en el occidente de Europa, en el siglo XX a.C.
ya habitaban el centro y norte de Europa. Para el año 1000 a.C. se extendieron
por las Islas Británicas, norte de Francia, parte de Suiza y norte de Italia.
Invadieron España en el siglo IX a.C. Su lengua era indoeuropea, de la cual se
conservan escasos registros literarios.
Para el
siglo IV a.C. fueron desplazados del centro y norte de Europa, a consecuencia
de las llegadas de otros pueblos, los grupos germánicos.
Los días
especialmente significativos para un pueblo dicen mucho de él, la fecha del 1°
de SAMONIS, que significa "reunión", y es el equivalente a nuestro 1°
de noviembre, los celtas iniciaban el año. La llegada del cristianismo lo
transformó en el día de Todos los Santos (y todos los Difuntos). SAMONIS se
hizo samuin o SAMAIN en irlandés antiguo, y samhain [sâuñ] en el moderno.
Ese día,
además, se celebraba el encuentro amoroso, a orillas de un río, de Morirîganî
con Teutatis, el Dios de la Tribu, padre de los hombres y señor del mundo
inferior. Ella era la diosa única céltica, en su aspecto de señora del mundo
inferior y de la guerra, "la Reina de espectros". La versión de esa
pareja para los irlandeses eran Morirían y Dagda; en las Galias (Francia) se
llamaban Sucellos y Herecura; y en Hispania, Endovellicos y Ataicina. La cita
amorosa tenía una consecuencia importante, pues la diosa le proporcionaba a su
amado los secretos para salir victorioso en la próxima batalla mítica.
Para el
folklore, Halloween, recuerda que es, en el hemisferio norte, el comienzo del
año oscuro. Los celtas, como otros pueblos antiguos, empezaban los ciclos
temporales por la mitad oscura: el día terminaba con la caída del sol y la
jornada siguiente tenía su inicio con la oscuridad de la noche, el año nuevo
comenzaba en esta fecha con el principio del invierno (boreal).
Un punto de
vista interesante para tener en cuenta es que este festival se asociaba con el
aire. Agua, fuego, tierra y aire no eran solo los elementos fundamentales de
los griegos presocráticos, sino que como categorías de aprehensión de la
realidad fueron de todos los indoeuropeos y también de muchas otras culturas.
Las otras
festividades celtas eran: Ambiwolkà ("circumpurificacion"), hacia el
primero de febrero, correspondía al agua. Belotenià ("fuego
brillante"), que giraba en torno de los fuegos de primavera, el 1° de
mayo, una fiesta aún celebrada el siglo pasado por los campesinos de Europa
como la fiesta de los Mayos y hoy curiosamente reciclada en el día del Trabajo.
Lugunàstadà ("matrimonio de Lugus") era la celebración del matrimonio
sagrado del dios-rey Lugus con la Tierra el 1° de agosto. SAMONIS tenía que ver
con el aire, es decir, con los espíritus.
El 31 de
octubre es una fecha asociada con los muertos, las almas en pena, las brujas y
los hechizos. Estas características se deben a su cercanía con el día de los
difuntos, que originó la iglesia católica y que se conmemora el 1 de noviembre. Como en otros festivales de año nuevo, en
esta fecha los muertos volvían a estar entre los vivos. Los celtas hacían
sacrificios humanos y de animales, en honor al dios Samhaím, señor de la
muerte.
Este día
marcó la finalización del verano y la cosecha, y el comienzo del oscuro y frío
invierno, momento del año que a menudo se asoció con la muerte humana. Los
celtas creían que la frontera entre los mundos de los vivos y de los muertos se
volvía incierta en la noche antes del Año Nuevo. La noche del 31 de octubre
celebraban Samhain, fecha en la cual se creía que los espíritus de los muertos
regresaban a la tierra. Para ahuyentar a estos malos espíritus, los celtas se
vestían con cabezas y pieles de animales mientras que los sacerdotes de druida
realizaban sacrificios con fuego para celebrar el día de un modo más cristiano.
Después de
que los romanos conquistaran la mayoría del territorio celta en el año 43 D.C.,
se incorporaron dos festivales de origen romano además de la tradicional
celebración de Samhain. Durante cuatro siglos, Feralia fue un festival en el
que se rendía culto a los muertos y Pomona fue el festival de la cosecha cuyo
nombre se debe a la diosa de los frutos (manzanas) y árboles. Hoguera durante
la ceremonia del 31 de octubre los celtas se disfrazaban con las pieles de los
animales sacrificados para sacar del pueblo a los demonios que los visitaban y
poder regresar a la normalidad al día siguiente. Con las cenizas y restos de
los sacrificios hacían un rito para conocer el futuro de los siguientes meses.
Así mismo,
se celebraba el "sabbath" o fiesta de brujas. En ella, las brujas y
brujos se reunían para ofrecer sacrificios a Satanás, señor de la muerte,
mediante ritos, actos sexuales y muerte. En la Edad Media se quemaban gatos
negros por creerlos amigos de las brujas.
En Estados
Unidos comenzaron a celebrar esta fecha las pequeñas comunidades de irlandeses
católicos a mediados del siglo XIX, ya luego entrado el siglo XX ( el de la
comercialización ) se esparció la tradición al resto del planeta, entre ellos
Puerto Rico.
¿QUE
SIGNIFICA HALLOWEEN?
Cuando el
emperador Constantino decretó que los habitantes de su imperio se convirtieran
al cristianismo, muchos ritos paganos se introdujeron. Fue así como el festival
de Samhain se infiltro.
Hacia el siglo
VIII, la Iglesia Cristiana convirtió el día 1 de noviembre en el día de Todos
los Santos para rendir homenaje a todos los santos que no tuvieran un día
particular de celebración. A lo largo de los años, estos festivales se
combinaron, y la mayoría llamó "All hallowmas" (la masa de todos los
santos, de las personas santas) al Día de Todos los Santos. La noche anterior
se conoció como "All Hallows Eve" (Víspera del Día de Todos los
Santos). Con el tiempo, su nombre se convirtió en Halloween.
Las brujas,
reinas del Aquelarre
En la Edad
Media comienza la persecución de todos los ritos paganos, ( todo lo que no es
cristiano ) y es perseguido por su
presunta vinculación con el maligno. Sin embargo, es con la Contrarreforma y
con los distintos cismas protestantes cuando la persecución de la brujería se
incrementa notablemente. Fue con la bula papal Summis desiderantis affectibus,
del Papa Inocencio VIII el 5 de diciembre del año de 1484, con la que se
legitimó la persecución de brujas, tortura y ejecución, generalmente ardiendo
en la hoguera, empezando así La Inquisición a perseguir la hechicería. La
figura histórica más famosa que fue condenada a arder en la hoguera bajo la
acusación de bruja fue Juana de Arco.
Lejos de ser
mujeres con verrugas, algo sucias y que surcan el cielo montadas en una escoba,
las brujas también eran jóvenes bellas que utilizaban sus conocimientos para
hacer el bien a su comunidad.
Esa es la
revisión del mito de las brujas que diversos expertos llevaron hace algunos
años en un congreso en Sassello, ciudad ubicada al norte de Italia, y en el que
participaron psicólogos, y religiosos,
para dar su punto de vista sobre un fenómeno inquietante, con una buena carga
de dosis de mitos y leyendas.
"Brujas,
fascinación y misterio. ¿Seductoras perversas o encantadoras seducidas?",
ese era el lema del congreso llevado a cabo en Triora en 1588. Las historias
alrededor de estas se parecen a las historias del "Cuco" o
"Coco" que le hacian los padres a sus hijos antes de acostarlos a
dormir, todo era una amalgama de absurdos productos de su imaginación.
Caza de
brujas
En la
localidad de la Liguria, conocida por ser la "Salem italiana", hace
más de cuatro siglos fueron quemadas más de cuatrocientas mujeres, acusadas de
brujería, lo que ha otorgado a esta zona del norte del país una fama secular de
actuaciones fuera de lo normal, bien aprovechada desde el punto de vista
turístico.
Los expertos
en brujería coincidieron en que las mujeres consideradas en la Edad Media como
tales no tenían necesariamente el sentido negativo con el que han pasado a la
posteridad y, que incluso, eran conocidas por hacer el bien a quienes les
rodeaban.
Así, en años
oscuros de pestes, hambrunas y guerras, las "brujas buenas" curaban a
los enfermos con hierbas, ayudaban a las parturientas a dar a luz y hacían
surgir parejas gracias a sus "filtros de amor".
Conjuros
de amor
Estos
últimos no eran nada espectacular ni especialmente misterioso, sino perfumes
que, en tiempos en los que la higiene no estaba muy extendida, permitían a las
mujeres atraer la atención de los hombres.
Eso sí, los
filtros debían ser preparados la noche del viernes con la Luna en cuarto
creciente y constaban con ingredientes como madera de abeto en polvo, ámbar,
pétalos de rosa, sándalo y violetas, todo ello sabiamente mezclado.
Como
contraste, también podían elaborar una pócima para los casos que reclamaban
venganza, y entonces debía prepararse un martes, con sangre de dragón, polvo de
planta rutácea, granos de pimienta molida, una pizca de azufre y otra de
limadura de hierro, todo ello mezclado y guardado en una cajita de metal.
Algunos de
estos productos empleaban hierbas peligrosas para la salud, según el
farmacéutico Giorgio Giordani, quien confirma que algunas pociones eran usadas
contra la frigidez femenina y la impotencia masculina, pero también como
remedio contra la gripe.
Los
participantes en el congreso de Sassello han estado de acuerdo en que las
consideradas brujas eran en muchas ocasiones jóvenes de gran belleza, motivo
por el cual eran envidiadas y a veces perseguidas, según explicó el psicólogo
Fabio Parigi.
Para
confirmarlo se cuenta la historia de Wasa, la bella hija del propietario de una
venta para viajeros enfrentado a los señores poderosos de la región, a quien
ella ayuda haciendo prisioneros a los dos hijos del gobernador, motivo por el
cual fue quemada viva sin proceso previo, acusada de bruja.
A pesar de
su mala fama, los temidos "aquelarres" no eran necesariamente una
manifestación demoníaca y maligna, sino la reunión de personas que actuaban de
manera desaforada gracias a la ingestión de alguna sustancia alucinógena. Todo
tiene una explicación.
La
Calabaza / la lampara para ahuyentar los malos espiritus
La costumbre
de ahuecar y tallar una calabaza para convertirla en un farol llamado Jack-o-lantern tiene su origen en el folklore
irlandés del siglo XVIII. Según se cuenta, Jack era un notorio bebedor, jugador
y holgazán que pasaba sus días tirado bajo un roble. La leyenda cuenta que n
una ocasión, se le apareció Satanás con intenciones de llevarlo al infierno.
Jack lo desafió a trepar al roble y, cuando el diablo estuvo en la copa del
árbol, talló una cruz en el tronco para impedirle descender. Entonces Jack hizo
un trato con el diablo: le permitiría bajar si nunca más volvía a tentarlo con
el juego o la bebida.
La historia
dice que cuando Jack murió no se le permitió la entrada al cielo por sus
pecados en vida, pero tampoco pudo entrar en el infierno porque había engañado
al diablo. A fin de compensarlo, el diablo le entregó una brasa para iluminar
su camino en la helada oscuridad por la que debería vagar hasta el día del
Juicio Final. La brasa estaba colocada dentro de una cubeta ahuecada
"llamada nabo" para que ardiera como un farol durante mucho tiempo.
Los
irlandeses solían utilizar nabos para fabricar sus "faroles de Jack",
pero cuando los inmigrantes llegaron a Estados Unidos advirtieron que las calabazas
eran más abundantes que los nabos. Por ese motivo, surgió la costumbre de
tallar calabazas para la noche de Halloween y transformarlas en faroles
introduciendo una brasa o una vela en su interior. El farol no tenía como
objetivo convocar espíritus malignos sino mantenerlos alejados de las personas
y sus hogares.
Dulce
Halloween
La costumbre
de pedir dulces de puerta en puerta (trick-or-treating) se popularizó alrededor
de 1930. Según se cree, no se remonta a la cultura celta sino que deriva de una
práctica que surgió en Europa durante el siglo IX llamada souling, una especie
de servicio para las almas. El 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, los
cristianos primitivos iban de pueblo en pueblo mendigando "pasteles de
difuntos" (soul cakes), que eran trozos de pan con pasas de uva. Cuantos
más pasteles recibieran los mendigos, mayor sería el número de oraciones que
rezarían por el alma de los parientes muertos de sus benefactores. En esa época
se creía que los muertos permanecían en el limbo durante un período posterior a
su fallecimiento y que las oraciones, incluso rezadas por extraños, podían
acelerar el ingreso del alma al cielo.
La práctica
se difundió en Estados Unidos como un intento de las autoridades por controlar
los desmanes que se producían durante la noche de Halloween. Hacia fines del
siglo XIX, algunos sectores de la población consideraban la noche del 31 de
octubre como un momento de diversión a costa de los demás, probablemente
inspirado por la "noche traviesa" (Mischief Night) que formaba parte
de la cultura irlandesa y escocesa . La diversión consistía en derribar cercos,
enjabonar ventanas y taponar chimeneas
Aunque
muchos religiosos piensan que esta festividad se hace con el propósito de
venerar al diablo o a los demonios, lo cierto es que se ha convertido en una
fecha para la diversión infantil. Niños disfrazados de vaqueros, indios,
calabazas, piratas, princesas, hombre araña y también los ogros disfraces que
no nos caen nada bien. En fin habrá quien tome la celebración como una ofensa
al cristianismo y habrá otros que lo vean como una oportunidad de salir
sanamente a pedir dulces con sus hijos y compartir con ellos…
El día de
los Muertos
Todas las
sociedades organizan ceremonias para conmemorar, celebrar o despedir personas y
situaciones. La vida y la muerte así como todo lo que concierne al cuerpo son,
en la universalidad de las sociedades humanas, objetos de ceremonia.
La celebración del Día de Difuntos ha sido
tradicionalmente una fiesta exclusivamente religiosa e íntima en la que se
recuerda a los seres queridos que han muerto. Una ceremonia solemne que incluye
pocos detalles lúdicos. Mientras en otros países dan a la fecha un carácter
mucho más festivo y más cargado de contenido ritual.
En España se
celebra con unas características especiales. Durante los días que las preceden
los familiares de los difuntos realizan frecuentes visitas a los cementerios
con objeto de limpiar a fondo las losas de las sepulturas de sus allegados y
adornarlas con todo tipo de flores, entre las que destacan los crisantemos.
La visita a
los cementerios se realiza el 1 de noviembre. Si el óbito se ha producido
recientemente, la estancia de los familiares en el camposanto será más larga,
su número será mayor y las oraciones dedicadas a los muertos más prolongadas.
En cualquier caso, no puede decirse que sea un hábito generalizado, pues la
población que visita los cementerios suele ser la de mayor edad. Muchas
personas sienten una profunda aversión ante cualquier situación relacionada con
la muerte y optan por ignorarla, tal vez con la esperanza de que esa actitud
consiga alejarla de sus vidas.
El culto a
la muerte en México no es algo nuevo, pues ya se practicaba desde la época
precolombina 3 Así mismo, en el calendario mejicano, que se localiza en el Museo
de Antropología, se puede observar que entre los 18 meses que forman este
calendario, había por lo menos seis festejos dedicados a los muertos.4
Posteriormente, los evangelizadores cristianos de tiempos coloniales aceptaron
en parte las tradiciones de los antiguos pueblos mesoamericanos, fusionándolas
con las tradiciones europeas, para poder implantar el cristianismo entre dichos
pueblos.
Los orígenes
de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de
los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya,
purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se
realizan en estas civilizaciones desde la época precolombina. Entre los pueblos
prehispánicos era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y
mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
El festival
que se convirtió en el Día de Muertos se conmemoraba el noveno mes del
calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y se celebraba durante un
mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl,
conocida como la "Dama de la Muerte" y esposa de Mictlantecuhtli,
Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la
celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos.
El paso de
la vida a la muerte es un momento emblemático que ha causado admiración, temor
e incertidumbre al ser humano a través de la historia. Por muchos años, en
diversas culturas se han generado creencias en torno a la muerte que han
logrado desarrollar toda una serie de ritos y tradiciones ya sea para
venerarla, honrarla, espantarla e incluso para burlarse de ella. México es un
país rico en cultura y tradiciones; uno de los principales aspectos que
conforman su identidad como nación es la concepción que se tiene sobre la vida,
la muerte y todas las tradiciones y creencias que giran en torno a ellas.
De cualquier
modo, hay que destacar que esta celebración no es propia de todos los mexicanos
puesto que, pese a ser una fiesta que se ha convertido en un símbolo nacional y
que como tal es enseñada (con fines educativos) en las escuelas del país,
existen muchas familias que son más apegadas a celebrar el “Día de todos los
Santos” como lo hacen en otros países católicos.
El Día de
Muertos es considerado la tradición más representativa de la cultura mexicana.
La celebración se lleva a cabo en dos días: el 1 de noviembre es dedicado al
alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos.
El origen
del Día de Muertos tiene sus raíces en el sincretismo de las culturas
prehispánica y europea, de las cuales se enriquecieron los ritos y las
ceremonias que se realizan alrededor de esta festividad.
<A continuación te muestro cinco de los
principales aspectos de esta festividad.>
Ofrendas
como bienvenida
La creencia
popular es que las almas de los seres queridos que se nos fueron regresan de
ultratumba durante el Día de Muertos.
Por ello, se
les recibe con una ofrenda donde se
coloca su comida y bebida favorita, fruta, calaveritas de dulce y, si fuese el
caso, juguetes para los niños.
Tampoco
faltan las fotografías de los difuntos y las coloridas flores de cempasúchil.
Iluminando
el camino de regreso a casa
Una parte
muy importante de ésta tradición implica visitar los cementerios. Ya sea
durante el día o la noche, las familias acuden y colocan velas sobre las tumbas
como una forma de iluminar el camino de las almas en su regreso a casa.
Algunas
familias pernoctan en los panteones, los cuales abren las 24 horas durante esta
fecha. Durante las veladas se suelen contratar grupos musicales que interpretan
las canciones preferidas de los difuntos al pie de su sepulcro.
En México se
percibe a la muerte de una manera muy peculiar, pues los mexicanos utilizan la
sátira para burlarse de ella.
"La Catrina" es un personaje de José Guadalupe Posada , que en
este año cumple 109 años representando esta festividad Tradicionalmente, la
Catrina porta la vestimenta de una dama de la alta sociedad, como muestra de la
presencia de la muerte en cualquier sector social.
Las
calaveras literarias
En la
celebración del Día de Muertos las calaveritas de dulce no son las únicas
protagonistas. La cultura popular mexicana encuentra diversos medios de
expresión para mostrar su sentir por esta tradición.
Entre las
más populares se encuentran las famosas calaveras literarias, las cuales
consisten en versos rimados que ironizan situaciones de personajes populares e
impopulares usando el tema de la muerte con una intención humorística.
Cada año se
promueve ésta actividad cultural mediante concursos en los que se premia la
creatividad y la picardía de las composiciones.
Decidí
escribir este tema porque últimamente he tenido que escuchar cualquier cantidad
de tonterías, relacionadas con estas festividades, señores en la noche de Halloween
no se invoca al diablo, no se hace brujería, en Méjico no se perturban a los espíritus
ni se ensucian las almas…. Hace poco escribí una frase que decía “todos los
dioses, ángeles o demonios habitan en ti están en tu interior” nada tienen que
ver estas fiestas o tradiciones, es cierto que por otra parte todo de
mercantiliza y se comercia con todo, pero no olvidemos que vivimos en una sociedad
consumista! T e venden flores para el día de la madres, corbatas y herramientas
para el día de los padres, juguetes para navidad, perfumes y chocolate para el día
de los enamorados, etc así que no veo el porqué de criticar y blasfemar en
contra de las tradiciones, sean las que sean, con el motivo que sean ellas le
dan sentido a nuestras raíces, nos recuerdan quienes somos y de donde vinimos.
Una señora
escuchaba parte de una conversación que mantenía con un amiga sobre como vivo y
siento el día de los muertos, y me reclamaba que ella era española y canaria y
que nosotros los de fuera veníamos a traer nuestras costumbres, trate de
explicarle y no lo entendió, decía que acá no se debía hacer papa Noel, ni árbol
de navidad que lo de acá eran los reyes, el pesebre, y el día de los santos y
los difuntos que respetásemos…. Que triste ver tanta ignorancia, mezquindad y
racismo.
Pero acá
estoy escribiendo y preparando todo ara ese gran día, no soy mexicano so venezolano
pero una vez fui a Méjico y viví esa celebración y créanme quede impregnado por
su magia, amor, respeto y visión de lo que es la muerte, adopte ese día como
propio porque estoy seguro de que todos y cada uno de nuestros seres queridos están
acá junto a nosotros cuidándonos y velando nuestro camino, una vez leí que solo
moría aquellos que nadie recordaba, que sus almas y espíritus vivían en
nuestros recuerdos… y así lo siento, le enseño a mi hijo y amigos que la muerte
es un tránsito y otra manera de formar parte de este mágico universo