Un
verdadero amigo se puede identificar porque al verlo, descubres esa
mirada franca y sus manos siempre están abiertas para brindarte su
estabilidad, los amigos tienen una sonrisa a flor de piel, pero se
guardan otra en bolsillo para cuando la necesitamos reír, mantiene
una lagrima para acompañarnos mientras lloramos.
Junto
a un amigo podemos sentirnos arropados bajo su sombra, pero también
es capaz de mostrarnos el camino con la claridad que nos da el sol.
Puede que no esté cerca pero lo identificamos desde lejos, un
verdadero amigo sabe interpretar tu mirada, entiende tu silencio y te
ayuda a pronunciar aquello que no sabes explicar, entre los amigos
hay un código de lealtad, que te permite poder entrar y salir sin
que se sienta la lejanía. No hace falta que te viste, ni te llame
cada día para poder sentirle cerca de ti, el mejor de sus regalos es
la sinceridad, creo que cuando existe una amistad consolidada,
aprendemos a no juzgar pero si aconsejamos, nos apartamos cuando
necesita su soledad o espacio, y lo esperamos cuando regresa fuerte y
lleno de vitalidad.
En
la casa de los amigos nos sentimos como en la nuestra, ser amigos es
poder quedarse en silencio, sin necesidad de hablar y sin embargo no
sentirnos incómodos por el silencio, saber que jamás habrá
aburrimiento, cuando decidimos apostar por la amistad decidimos ser
sinceros, leales y compartir nuestros sentimientos.
¿Cuándo
y por qué nos fallan nuestros amigos?
Muchas
veces cuando estamos estresados, metidos en problemas, pasando por un
duelo o por un momento difícil, solemos buscar apoyo y consuelo en
amigos y familiares. Y en general, nuestros amigos nos ayudan a
sentirnos mejor y a afrontar las dificultades que estamos
atravesando. Sin embargo, algunas veces esto no sucede y tenemos la
sensación de que nuestros amigos nos están “fallando”.
Apoyo
social desplazado.
Esto ocurre cuando alguien en tu red social trata de ayudarte o de
ser empático, pero su comportamiento en realidad no hace más que
empeorar la situación. Esto se da de diferentes maneras. Una versión
es el típico amigo que va de listo y no puede evitar decirte “te
lo dije”. Ese amigo siempre está allí para recordarte que él o
ella te había avisado de antemano de lo que iba a pasar y por no
hacerle caso estás donde estás ahora. (Después de un comentario de
este tipo, es probable que no vuelvas a acudir a esa persona la
próxima vez que necesites ayuda). Y luego está el amigo que con sus
mejores intenciones decide tomar posición en tu conflicto familiar
para hacerte sentir que está de tu lado pero lo único que consigue
al criticar a tu madre o quien sea la persona de la que te estés
quejando, es irritarte aún más. Además, probablemente te
arrepientas de habérselo contado. Somos especialmente sensibles
cuando se trata de un familiar ya que atañe a nuestra identidad.
Nosotros podemos decir las peores crueldades sobre nuestra familia,
pero los demás, ¡ni se atrevan!
Miedo
al contagio emocional.
Algunos amigos tienden a evitarnos cuando estamos estresados o
deprimidos porque piensan que si permanecen cerca, correrán el riego
de ser contagiados por nuestro estado de ánimo. Lo cual tiene una
gran parte de verdad. Hay personas que efectivamente son más
sensibles al contagio emocional que otras, pero tiene que ver con un
problema de límites. Algunas personas son como esponjas y absorben
las emociones de los otros sin darse cuenta. En un artículo anterior
“La importancia de aprender a poner límites en nuestras
relaciones”, hablo precisamente de este fenómeno.
“Deudas”
sociales.
Algunas personas piensan que las relaciones de amistad deben de ser
incondicionales. Es decir, “Dar sin esperar nada a cambio” como
lo hace una madre con sus hijos. Y la verdad es que suena muy bonito.
Sin embargo, desde mi punto de vista, carece un poco de realismo. Una
relación de amistad, para que sea satisfactoria, debe estar más o
menos equilibrada. La energía debe fluir en los dos sentidos. Cuando
existe disparidad y además se repite y prolonga en el tiempo, es
probable que el que se encuentre en desventaja acabe sintiéndose
utilizado, experimente una sensación de injusticia, o termine
agotado emocionalmente. Esto explica que algunas veces nuestros
amigos se acaben retirando o distanciando de la relación y no estén
allí para apoyarnos cuando los necesitemos. Pues, sienten que están
dando mucho más de lo que reciben.
Dificultad
en detectar emociones.
A veces nuestros amigos no nos brindan su apoyo porque simplemente no
se dan cuenta de que lo necesitamos. Es posible que estas personas
sean menos sensibles a la hora de detectar las emociones en los
demás. Puede ser una característica de su personalidad, pero
también se puede deber a que estén pasando por una etapa difícil y
por lo tanto estén menos disponibles. Otra razón puede ser que les
cueste identificarse con lo que sientes porque nunca han pasado por
ello. Si realmente necesitas apoyo y no lo estás recibiendo, no
esperes a que el otro lo adivine. Pídeselo.
Cambio
en las expectativas.
Y finalmente, si te das cuenta que la falta de apoyo es una constante
en ese amigo, quizás sea más sano cambiar tus expectativas y
hacerte de una vez por todas a la idea de que no puedes contar con él
o ella. Si no puedes cambiar al otro, cambia tú. A lo mejor ese
amigo encaja mejor en la lista de “amigos para salir de fiesta o
para divertirse”.
Pienso
que en la amistad se debe ser inteligente y sensible, podemos decir
las cosas más difíciles pero sin tener que herirle el corazón, sin
hacer que se sienta culpable, u ocultarle nada.
Hay
ocasiones en las que no todo es maravilloso y descubrimos que nos
hemos equivocado, que creímos en un vínculo y no existía, todos en
algún momento nos hemos llevado esa gran decepción de haber
apostado por alguien que no lleno el espacio, alguien que no valoro y
que en su fallo nos mostró una cara totalmente opuesta a la que
veíamos en su rostro, a eso le llamo <cuando se caen las
máscaras> Vivimos en un mundo donde el afecto y el cariño
comienzan a ser una cualidad en camino a la extinción , ya sea por
un mal interés, por falta de personalidad o porque simplemente se
cabo su ciclo, lo cierto es que no a todo el mundo se le puede llamar
amigos.
Hoy
en día cuando la tecnología nos marca el camino de futuro las redes
sociales nos acercan, descubren o alejan a las personas, por eso hoy
podemos decir
“SEGUIDORES, MUCHOS – AMISTADES Y CONOCIDOS,
BASTANTE PERO AMIGOS POCOS Y SELECCIONADOS”
Decidí
escribir este tema, porque me siento afortunado de haber podido ver y
sentir quienes son mis conocidos, mis amistades y mis amigos, la vida
me ha dado la dicha de contar con mucha gente que me hace sentir
querido, soy de las personas que anteriormente abría muy fácil el
corazón, pero aprendí que maduramos con los daños y no con los
años, entendí que no a todo el mundo se le puede llamar amigo…
TU
ERES MI AMIGO, ESE DE LA MIRADA FRANCA, EL QUE ME EXTIENDE LA MANO.
SI, TU EL MISMO DEL QUE SE QUE SUS CONSEJOS SON SINCEROS Y QUE SALEN
DEL CORAZÓN, ERES EL QUE JAMAS ME CERRARA LA PUERTA DE SU CASA , EL
QUE CONOCE MIS MIEDOS Y MIS SUEÑOS, ERES ESA PERSONA QUE ACUDE A MI
SIN IMPORTARLE LA HORA, EL MISMO AL QUE ACUDO PARA QUE ME DE SU POYO Y
QUE DE LA MISMA MANERA PUEDE CONTAR CONMIGO, JUNTOS VALORAMOS ESTE
VINCULO Y CRECEMOS EN NUESTRO INTERIOR VALORANDO CADA MOMENTO VIVIDO.
ESTAS
LINEAS SON PARA TODOS AQUELLOS SERES DE LUZ QUE FORMAN PARTE DE MI
VIDA SOLO PUEDO DECIR GRACIAS POR LO AFORTUNADO QUE SOY AL TENER UNA
FAMILIA MARAVILLOSA Y CONTAR CON VUESTRA AMISTAD”