domingo, 20 de septiembre de 2015

LOS AMIGOS


Un verdadero amigo se puede identificar porque al verlo, descubres esa mirada franca y sus manos siempre están abiertas para brindarte su estabilidad, los amigos tienen una sonrisa a flor de piel, pero se guardan otra en bolsillo para cuando la necesitamos reír, mantiene una lagrima para acompañarnos mientras lloramos.
Junto a un amigo podemos sentirnos arropados bajo su sombra, pero también es capaz de mostrarnos el camino con la claridad que nos da el sol. Puede que no esté cerca pero lo identificamos desde lejos, un verdadero amigo sabe interpretar tu mirada, entiende tu silencio y te ayuda a pronunciar aquello que no sabes explicar, entre los amigos hay un código de lealtad, que te permite poder entrar y salir sin que se sienta la lejanía. No hace falta que te viste, ni te llame cada día para poder sentirle cerca de ti, el mejor de sus regalos es la sinceridad, creo que cuando existe una amistad consolidada, aprendemos a no juzgar pero si aconsejamos, nos apartamos cuando necesita su soledad o espacio, y lo esperamos cuando regresa fuerte y lleno de vitalidad.
En la casa de los amigos nos sentimos como en la nuestra, ser amigos es poder quedarse en silencio, sin necesidad de hablar y sin embargo no sentirnos incómodos por el silencio, saber que jamás habrá aburrimiento, cuando decidimos apostar por la amistad decidimos ser sinceros, leales y compartir nuestros sentimientos.


¿Cuándo y por qué nos fallan nuestros amigos?
Muchas veces cuando estamos estresados, metidos en problemas, pasando por un duelo o por un momento difícil, solemos buscar apoyo y consuelo en amigos y familiares. Y en general, nuestros amigos nos ayudan a sentirnos mejor y a afrontar las dificultades que estamos atravesando. Sin embargo, algunas veces esto no sucede y tenemos la sensación de que nuestros amigos nos están “fallando”.
Apoyo social desplazado. Esto ocurre cuando alguien en tu red social trata de ayudarte o de ser empático, pero su comportamiento en realidad no hace más que empeorar la situación. Esto se da de diferentes maneras. Una versión es el típico amigo que va de listo y no puede evitar decirte “te lo dije”. Ese amigo siempre está allí para recordarte que él o ella te había avisado de antemano de lo que iba a pasar y por no hacerle caso estás donde estás ahora. (Después de un comentario de este tipo, es probable que no vuelvas a acudir a esa persona la próxima vez que necesites ayuda). Y luego está el amigo que con sus mejores intenciones decide tomar posición en tu conflicto familiar para hacerte sentir que está de tu lado pero lo único que consigue al criticar a tu madre o quien sea la persona de la que te estés quejando, es irritarte aún más. Además, probablemente te arrepientas de habérselo contado. Somos especialmente sensibles cuando se trata de un familiar ya que atañe a nuestra identidad. Nosotros podemos decir las peores crueldades sobre nuestra familia, pero los demás, ¡ni se atrevan!

Miedo al contagio emocional. Algunos amigos tienden a evitarnos cuando estamos estresados o deprimidos porque piensan que si permanecen cerca, correrán el riego de ser contagiados por nuestro estado de ánimo. Lo cual tiene una gran parte de verdad. Hay personas que efectivamente son más sensibles al contagio emocional que otras, pero tiene que ver con un problema de límites. Algunas personas son como esponjas y absorben las emociones de los otros sin darse cuenta. En un artículo anterior “La importancia de aprender a poner límites en nuestras relaciones”, hablo precisamente de este fenómeno.

Deudas” sociales. Algunas personas piensan que las relaciones de amistad deben de ser incondicionales. Es decir, “Dar sin esperar nada a cambio” como lo hace una madre con sus hijos. Y la verdad es que suena muy bonito. Sin embargo, desde mi punto de vista, carece un poco de realismo. Una relación de amistad, para que sea satisfactoria, debe estar más o menos equilibrada. La energía debe fluir en los dos sentidos. Cuando existe disparidad y además se repite y prolonga en el tiempo, es probable que el que se encuentre en desventaja acabe sintiéndose utilizado, experimente una sensación de injusticia, o termine agotado emocionalmente. Esto explica que algunas veces nuestros amigos se acaben retirando o distanciando de la relación y no estén allí para apoyarnos cuando los necesitemos. Pues, sienten que están dando mucho más de lo que reciben.

Dificultad en detectar emociones. A veces nuestros amigos no nos brindan su apoyo porque simplemente no se dan cuenta de que lo necesitamos. Es posible que estas personas sean menos sensibles a la hora de detectar las emociones en los demás. Puede ser una característica de su personalidad, pero también se puede deber a que estén pasando por una etapa difícil y por lo tanto estén menos disponibles. Otra razón puede ser que les cueste identificarse con lo que sientes porque nunca han pasado por ello. Si realmente necesitas apoyo y no lo estás recibiendo, no esperes a que el otro lo adivine. Pídeselo.

Cambio en las expectativas. Y finalmente, si te das cuenta que la falta de apoyo es una constante en ese amigo, quizás sea más sano cambiar tus expectativas y hacerte de una vez por todas a la idea de que no puedes contar con él o ella. Si no puedes cambiar al otro, cambia tú. A lo mejor ese amigo encaja mejor en la lista de “amigos para salir de fiesta o para divertirse”.
Pienso que en la amistad se debe ser inteligente y sensible, podemos decir las cosas más difíciles pero sin tener que herirle el corazón, sin hacer que se sienta culpable, u ocultarle nada.
Hay ocasiones en las que no todo es maravilloso y descubrimos que nos hemos equivocado, que creímos en un vínculo y no existía, todos en algún momento nos hemos llevado esa gran decepción de haber apostado por alguien que no lleno el espacio, alguien que no valoro y que en su fallo nos mostró una cara totalmente opuesta a la que veíamos en su rostro, a eso le llamo <cuando se caen las máscaras> Vivimos en un mundo donde el afecto y el cariño comienzan a ser una cualidad en camino a la extinción , ya sea por un mal interés, por falta de personalidad o porque simplemente se cabo su ciclo, lo cierto es que no a todo el mundo se le puede llamar amigos.
Hoy en día cuando la tecnología nos marca el camino de futuro las redes sociales nos acercan, descubren o alejan a las personas, por eso hoy podemos decir
 “SEGUIDORES, MUCHOS – AMISTADES Y CONOCIDOS, BASTANTE PERO AMIGOS POCOS Y SELECCIONADOS”

Decidí escribir este tema, porque me siento afortunado de haber podido ver y sentir quienes son mis conocidos, mis amistades y mis amigos, la vida me ha dado la dicha de contar con mucha gente que me hace sentir querido, soy de las personas que anteriormente abría muy fácil el corazón, pero aprendí que maduramos con los daños y no con los años, entendí que no a todo el mundo se le puede llamar amigo…

ERES MI AMIGO. ¿ PORQUE? QUIEN SABE LA RAZÓN….. LA VERDADERA AMISTAD ES UNA DE LAS MARAVILLAS DE LA VIDA, Y COMO TODA MARAVILLA NO SIEMPRE SE PUEDE EXPLICAR CON PALABRAS.
TU ERES MI AMIGO, ESE DE LA MIRADA FRANCA, EL QUE ME EXTIENDE LA MANO. SI, TU EL MISMO DEL QUE SE QUE SUS CONSEJOS SON SINCEROS Y QUE SALEN DEL CORAZÓN, ERES EL QUE JAMAS ME CERRARA LA PUERTA DE SU CASA , EL QUE CONOCE MIS MIEDOS Y MIS SUEÑOS, ERES ESA PERSONA QUE ACUDE A MI SIN IMPORTARLE LA HORA, EL MISMO AL QUE ACUDO PARA QUE ME DE SU POYO Y QUE DE LA MISMA MANERA PUEDE CONTAR CONMIGO, JUNTOS VALORAMOS ESTE VINCULO Y CRECEMOS EN NUESTRO INTERIOR VALORANDO CADA MOMENTO VIVIDO.
ESTAS LINEAS SON PARA TODOS AQUELLOS SERES DE LUZ QUE FORMAN PARTE DE MI VIDA SOLO PUEDO DECIR GRACIAS POR LO AFORTUNADO QUE SOY AL TENER UNA FAMILIA MARAVILLOSA Y CONTAR CON VUESTRA AMISTAD”