Hay momentos en los que pienso que la vida ta va dando tanto cada día... Solo debemos estar atentos a cada uno de sus mensajes.
Suelo escribir siempre que puedo, hablo de casi todo lo que vivo ya sea en primera persona o porque de una u otra manera pasa por mi.
La vida es un laberinto de grandes pruebas, experiencias que te fortalecen o hunden y eso depende en gran parte de la actitud con la que lo aceptamos o trabajamos. Claro que también hay situaciones externas que entran en éste laberinto.
Quisiera en esta ocasión trasmitir parte de algunas vivencias, sobre un tema que para mi tiene varios significados.
«Cuidar de alguien, depender de alguien, asumir o no aceptar, cansarse, resignarse, integrar y continuar, ser útil, ser buena gente o mala gente, consiente y realista» estas y mil cosas más pueden venir a tú cabeza cuando te toca cuidar de alguien, no hablo de cuidar por cuidar, me refiero el echo de cuidar a una persona porque su salud no le permite hacerlo por si mismo.
Un cuidador cuida de sí mismo pero también cuida de otra u otros y eso produce un gran cambio en su vida, en ese proceso hay tantas situaciones que llegan a influir que te sumergen en una espiral de incertidumbres, en primer lugar hay quien cuida por obligación y quién lo hace desde el corazón. Pero en ambas está claro que hay un desgaste físico y mental pues cuidar de alguien no es fácil.
No es lo mismo verle como un paciente a verle y sentirle desde nuestro interior porque es un familiar... A mi particularmente por mi cultura latina me produjo un debate interior, tanto que me cuestionaba si era o no buena persona, si decidía cuidar o no de algún familiar o amigos, he visto en mi familia y en mi entorno cuidar a sus familiares hasta el último momento de su vida, o hasta que por alguna circunstancia deba ser trasladado a algún centro.
He cuidado de mis abuelos, de mi padre en todo un largo y amargo proceso luchando contra el cáncer, ser cuidador conlleva a proporcionar todo lo que esa persona necesita para poder sobre llevar esa situación, que le aqueja un deterioro en su salud, pero no quiero hablar de los pacientes, quiero hacerlo de los cuidadores.
1- Esos a los que muchas veces no les han preguntado quieres y puedes cuidar de...
2- Esos a los que de repente la vida les cambia al tener que cuidar de...
3- Los que lo hacen profesionalmente...
4- Los que cuidan por vocación
Todos y cada uno de ellos durante ese proceso pueden experimentar diferentes sensaciones ya que cada día es una experiencia diferente, que al final del día te puede dejar con una sensación de desequilibrio o de satisfacción. Cada persona es un mundo y tener a cargo el cuidado de alguien significa que ambos forman parte de ese mundo, sea por la circunstancia que sea.
Momentos
Un día me planteé si realmente quería, debía y podía cuidar de alguien que estuviera enfermo, y en el momento de hacerlo lo hice sin pensarlo, lo hice como un trabajo, esa fue mi primera experiencia laboral al llegar a España, estaba lejos de mi país y sin ningún tipo de experiencia comencé hacerlo, era un tanto extraño pero las circunstancias me hicieron pensar, reflexionar y hasta integrar esta nueva etapa, lo hice con un tanto de miedo, pero poco a poco fui tomando conciencia y confianza, a tal punto que creé un vínculo afectivo con esas personas, llegando a sentirme parte de su familia.
Hice un curso de auxiliar de enfermería y en el había diferentes módulos de diferentes áreas... Geriatría, Oncologia, Cuidados Paliativos, fue una gran experiencia en la que aprendí a vivir y a sentir la importancia de cuidar a alguien que lo necesitaba para seguir adelante, comprendí que era una situación agridulce pues cada persona demandaba o requería cuidados diferentes, el comprender y empatizar te llevaba a otro nivel, da igual fueran ancianos, niños, adolescentes o mayores, el hecho de formar parte de ese proceso te hace madurar, planteas la vida con una diversidad de situaciones que te enriquecen, algunas veces entristece y sobre todo te hacen madurar.
«Cuidar al cuidador»
Es muy importante cuidar, valorar y entender lo que significa cuidar de alguien, no es fácil ni siempre agradable, hay días buenos donde todo parece ser más bonito y llevadero, otros donde te sientes cansado, herido, molesto y hasta porque no hasta humillados, ya que muchas veces los pacientes por sus distintos problemas pasan por grandes picos emocionales. Pero allí esta esa situación y debes afrontarla bien sea para seguir adelante o dejar de hacerlo.
Los cuidadores tienen que ponerse en lugar del paciente, de la situación y de la realidad, brindando apoyo o consuelo según sea las circunstancias, entonces es acá donde la actitud cobra un papel fundamental, o te deprimes y te dejas arrastrar por la parte menos buena o trabajas desde tu interior poniendo en marcha un camino lleno de pensamientos positivos que traigan consigo palabras y acciones que hagan de esta experiencia algo enriquecedor.
Saber decir que si, saber decir que no, ser amable, ser respetuoso, ser realista, permisivo o estricto, ufff todo parece que no acabara nunca y que a cada momento algo nuevo sucede y ya trastoca todo lo que hasta ahora se ha echo, pero también esta ese día que eres mas sensible y no quieres flaquear delante del paciente, el día en que todo te parece injusto o molesto, siempre habrán días así y estos son tan variados que nunca sabemos que pasara, pero esta encrucijada nos lleva siempre a una aventura distinta, solo hay que vivirlas.
Es duro ver como se deterioran los pacientes ,como se hacen mas frágiles, como se apagan, pero también hay grandes y agradables momentos cuando ves que todo ha valido la pena, esa sensación de bienestar que hace que tenga sentido tanto esfuerzo y sacrificio.
Hay que buscar pautas, herramientas que hagan de esta situación algo más practico, menos desgastante y más enriquecedora, es acá entonces donde debemos ser abiertos y receptivos a probar todas las herramientas que nos liberen, nutran y hagan más llevadero todo lo que se vive al cuidar a alguien.
Que debe hacer un Cuidador
Un cuidador debe saber que el cuidar de alguien conlleva a un desgaste psíquico, físico, por lo que hay que tener un buen estado de salud, una correcta alimentación, prestar atención a la higiene postural, fortalecer aquellas zonas que reciben mas carga, saber respirar, reflexionar, relajarse, expresar o transmitir, porque muchas veces el cuidador da apoyo moral y sirve de consuelo, pero eso también nos lleva a saber que el cuidador tiene que no solo ser fuerte física y mentalmente, sino que en algunas ocasiones también debe recibir apoyo y pautas psicológicas, que lo preparen para sobre llevar y actuar en esta difícil tarea.
Yo particularmente sentí que cuidando de otros vivía un continuo aprendizaje, pero también me desgastaba mucho, emocionalmente me costaba desconectar, dejar de lado el trabajo, pero una vez uno de mis profesores me dijo la vida es muy dura, pero acá estamos y debemos estar hasta que seamos llamados para dejar este mundo,nada es malo o bueno es circunstancial así que aprende de todo lo vivido, me decía will si eres tan espiritual porque no empleas tus cosas para liberar y superar todo lo vivido. Fue entonces cuando abrí mi mente y comencé a trabajar las distintas herramientas que a lo largo de mi vida había aprendido...
Use el reiki, la respiración consciente, meditaciones, gemoterapia, cuencos tibetanos, nada sobraba y todo poco a poco se convertía en una manera eficaz de poder sentirme bien y trasmitirlo al entorno, todo fue mejorando a tal punto que ya no suponía un desgaste, integraba cada experiencia y de ello aprendía a sacar pautas para otras personas, comprendí que no podía cuidar de nadie sin cuidar de mi, implante esas mismas herramientas como un método holistico con el que también podía ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes, de sus familiares y de otros cuidadores.
Hice estas lineas porque en este mes de octubre conmemoro el haber cuidado a mis primeros pacientes, a ellos les debo mucho y les guardo un especial cariño, el cuidar de ellos me ayudo a profundizar mas en mi, pude cuidar de algunos familiares y amigos, me ayudo a crecer, madure, reí y hasta llore pero si algo me enseño fue a cuidar de mi, a ponerme en el lugar de otros para luego valorar y volver a mi, cultivando mi riqueza interior, mi paz y la espiritualidad que termino sirviendole también a los demás...